Questões Militares de Espanhol - Interpretação de Texto | Comprensión de Lectura
Foram encontradas 83 questões
Q1777805
Espanhol
Texto associado
Leia o texto para responder à questão.
¿Cómo hacer escuelas democráticas?
Ambigüedades y fracasos de la escuela democrática
Hoy sería de una ingenuidad y un desconocimiento
enormes dejar aquí la caracterización de la escuela
democrática. Podemos decir a partir de las aportaciones de
múltiples autores que la escuela democrática es una realidad
profundamente contradictoria.
La escuela como institución igualitaria que, sin embargo,
reproduce la desigualdad social. La sociología ha mostrado
como la escuela, pese a su discurso y a sus prácticas
igualitaristas, en realidad está facilitando el éxito de tan sólo
una parte de la población.
La escuela como institución respetuosa y garante de la
tolerancia que, sin embargo, inocula actitudes discriminatorias.
La escuela como institución que proclama la necesidad de
un aprendizaje crítico y creativo pero que, sin embargo,
usa medios verbales y memorísticos. Junto a la defensa
de criterios de aprendizaje como la actividad, la crítica o la
creatividad, la escuela ha acaparado también infinidad de
denuncias sobre el carácter jerárquico, pasivo, repetitivo y
alejado de la realidad del aprendizaje que propicia.
Una comunidad democrática debe buscar impulsar
la integración social y la ciudadanía para concretar estas
propuestas, en función de sus circunstancias particulares,
lo cual no es sino otra de las cualidades que debe expresar
toda comunidad democrática: la voluntad de contextualizar
y singularizar la manifestación de las relaciones de afecto,
diálogo y cooperación.
La palabra como experiencia y compromiso
Por otra parte, que los alumnos aprendan a ser
ciudadanos capaces de participar en su entorno social de
acuerdo a valores y criterios morales supone alcanzar distintos
objetivos. Primero, que adquieran un vivo reconocimiento
del valor de la colectividad y que se sientan parte del grupo
donde están insertos. Segundo, que acepten y construyan
normas; es decir, que hayan adquirido un sentido autónomo
de la disciplina que les capacite para reconocer la corrección
de ciertas normas escolares, para mejorarlas si es necesario
y para establecer aquellas normas nuevas capaces de
optimizar la convivencia. Tercero, que desarrollen una fuerte
autonomía de la voluntad que les impida esconderse en
el grupo y que por el contrario les impulse a participar de
acuerdo a sus criterios personales en la buena marcha de
la clase y del centro. Cuarto, que desarrollen el conjunto de
capacidades necesarias para dialogar de modo correcto y
para ser capaces de mantener una actitud reflexiva respecto
de sí mismos y de la comunidad a la que pertenecen. En
último lugar, que adquieran la predisposición a comportarse
de acuerdo a valores tales como el espíritu de iniciativa, la
responsabilidad, la cooperación, la solidaridad, la tolerancia y
la búsqueda de acuerdos.
(Josep Ma Puig Rovira. ¿Cómo hacer escuelas democráticas?
Educação e Pesquisa, São Paulo, v. 26, n. 2, p. 55-59, dic. 2000.
https://bit.ly/33BuUXT. Accedido en 10 jul. 2020. Adaptado)
De acordo com o texto, é possível afirmar que
Q1777804
Espanhol
Texto associado
Leia o texto para responder à questão.
¿Cómo hacer escuelas democráticas?
Ambigüedades y fracasos de la escuela democrática
Hoy sería de una ingenuidad y un desconocimiento
enormes dejar aquí la caracterización de la escuela
democrática. Podemos decir a partir de las aportaciones de
múltiples autores que la escuela democrática es una realidad
profundamente contradictoria.
La escuela como institución igualitaria que, sin embargo,
reproduce la desigualdad social. La sociología ha mostrado
como la escuela, pese a su discurso y a sus prácticas
igualitaristas, en realidad está facilitando el éxito de tan sólo
una parte de la población.
La escuela como institución respetuosa y garante de la
tolerancia que, sin embargo, inocula actitudes discriminatorias.
La escuela como institución que proclama la necesidad de
un aprendizaje crítico y creativo pero que, sin embargo,
usa medios verbales y memorísticos. Junto a la defensa
de criterios de aprendizaje como la actividad, la crítica o la
creatividad, la escuela ha acaparado también infinidad de
denuncias sobre el carácter jerárquico, pasivo, repetitivo y
alejado de la realidad del aprendizaje que propicia.
Una comunidad democrática debe buscar impulsar
la integración social y la ciudadanía para concretar estas
propuestas, en función de sus circunstancias particulares,
lo cual no es sino otra de las cualidades que debe expresar
toda comunidad democrática: la voluntad de contextualizar
y singularizar la manifestación de las relaciones de afecto,
diálogo y cooperación.
La palabra como experiencia y compromiso
Por otra parte, que los alumnos aprendan a ser
ciudadanos capaces de participar en su entorno social de
acuerdo a valores y criterios morales supone alcanzar distintos
objetivos. Primero, que adquieran un vivo reconocimiento
del valor de la colectividad y que se sientan parte del grupo
donde están insertos. Segundo, que acepten y construyan
normas; es decir, que hayan adquirido un sentido autónomo
de la disciplina que les capacite para reconocer la corrección
de ciertas normas escolares, para mejorarlas si es necesario
y para establecer aquellas normas nuevas capaces de
optimizar la convivencia. Tercero, que desarrollen una fuerte
autonomía de la voluntad que les impida esconderse en
el grupo y que por el contrario les impulse a participar de
acuerdo a sus criterios personales en la buena marcha de
la clase y del centro. Cuarto, que desarrollen el conjunto de
capacidades necesarias para dialogar de modo correcto y
para ser capaces de mantener una actitud reflexiva respecto
de sí mismos y de la comunidad a la que pertenecen. En
último lugar, que adquieran la predisposición a comportarse
de acuerdo a valores tales como el espíritu de iniciativa, la
responsabilidad, la cooperación, la solidaridad, la tolerancia y
la búsqueda de acuerdos.
(Josep Ma Puig Rovira. ¿Cómo hacer escuelas democráticas?
Educação e Pesquisa, São Paulo, v. 26, n. 2, p. 55-59, dic. 2000.
https://bit.ly/33BuUXT. Accedido en 10 jul. 2020. Adaptado)
Teniendo en cuenta el contenido del tercer párrafo, se
puede decir que
Q1777803
Espanhol
Texto associado
Leia o texto para responder à questão.
¿Cómo hacer escuelas democráticas?
Ambigüedades y fracasos de la escuela democrática
Hoy sería de una ingenuidad y un desconocimiento
enormes dejar aquí la caracterización de la escuela
democrática. Podemos decir a partir de las aportaciones de
múltiples autores que la escuela democrática es una realidad
profundamente contradictoria.
La escuela como institución igualitaria que, sin embargo,
reproduce la desigualdad social. La sociología ha mostrado
como la escuela, pese a su discurso y a sus prácticas
igualitaristas, en realidad está facilitando el éxito de tan sólo
una parte de la población.
La escuela como institución respetuosa y garante de la
tolerancia que, sin embargo, inocula actitudes discriminatorias.
La escuela como institución que proclama la necesidad de
un aprendizaje crítico y creativo pero que, sin embargo,
usa medios verbales y memorísticos. Junto a la defensa
de criterios de aprendizaje como la actividad, la crítica o la
creatividad, la escuela ha acaparado también infinidad de
denuncias sobre el carácter jerárquico, pasivo, repetitivo y
alejado de la realidad del aprendizaje que propicia.
Una comunidad democrática debe buscar impulsar
la integración social y la ciudadanía para concretar estas
propuestas, en función de sus circunstancias particulares,
lo cual no es sino otra de las cualidades que debe expresar
toda comunidad democrática: la voluntad de contextualizar
y singularizar la manifestación de las relaciones de afecto,
diálogo y cooperación.
La palabra como experiencia y compromiso
Por otra parte, que los alumnos aprendan a ser
ciudadanos capaces de participar en su entorno social de
acuerdo a valores y criterios morales supone alcanzar distintos
objetivos. Primero, que adquieran un vivo reconocimiento
del valor de la colectividad y que se sientan parte del grupo
donde están insertos. Segundo, que acepten y construyan
normas; es decir, que hayan adquirido un sentido autónomo
de la disciplina que les capacite para reconocer la corrección
de ciertas normas escolares, para mejorarlas si es necesario
y para establecer aquellas normas nuevas capaces de
optimizar la convivencia. Tercero, que desarrollen una fuerte
autonomía de la voluntad que les impida esconderse en
el grupo y que por el contrario les impulse a participar de
acuerdo a sus criterios personales en la buena marcha de
la clase y del centro. Cuarto, que desarrollen el conjunto de
capacidades necesarias para dialogar de modo correcto y
para ser capaces de mantener una actitud reflexiva respecto
de sí mismos y de la comunidad a la que pertenecen. En
último lugar, que adquieran la predisposición a comportarse
de acuerdo a valores tales como el espíritu de iniciativa, la
responsabilidad, la cooperación, la solidaridad, la tolerancia y
la búsqueda de acuerdos.
(Josep Ma Puig Rovira. ¿Cómo hacer escuelas democráticas?
Educação e Pesquisa, São Paulo, v. 26, n. 2, p. 55-59, dic. 2000.
https://bit.ly/33BuUXT. Accedido en 10 jul. 2020. Adaptado)
Según el texto, una de las paradojas de la escuela democrática es la de
Q1777801
Espanhol
Texto associado
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Educación en tiempos de pandemia:
COVID-19 y equidad en el aprendizaje
El coronavirus está cambiando la forma en que se
imparte la educación, ya que la escuela y el hogar ahora se
convierten en el mismo lugar tras las necesarias regulaciones
efectuadas. Según la UNESCO, más de 861.7 millones de
niños y jóvenes en 119 países se han visto afectados al tener
que hacer frente a la pandemia global que nos ha sacudido
este año. Millones de familias en EE.UU. se han tenido que
unir al 1.7 millón de niños que se encuentran enrolados en
la educación en el hogar (homeschooling). Al igual que en
México, donde la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha
extendido el período vacacional desde el 23 de marzo al 17
de abril del 2020.
Estas medidas terminan por iluminar la realidad de los
muchos otros roles que la escuela ofrece además de lo
académico. Ya que, para algunos, resulta ser una complicación
incómoda, mientras que para otros, la situación es aún más
preocupante. En ciudades donde el 70% de los estudiantes
viene de familias de bajos ingresos, llevar la escuela a casa
significa enfrentarse a no poder ofrecer comidas adecuadas,
y mucho menos la tecnología o conectividad necesarias para
el aprendizaje online.
Según el World Economic Forum, sólo alrededor del 60%
de la población mundial tiene acceso a la red, generando que
muchísimas instituciones busquen soluciones provisionales
a esta crisis, tales como el sistema educativo mexicano, que
fuera de colegios privados o facultades universitarias no se
acogió la implementación de aprendizaje en línea para el
sector público. La brecha digital continúa expandiéndose a
medida que los estudiantes en sectores vulnerables siguen
quedándose atrás en su aprendizaje.
El mayor cambio que requiere el aprendizaje virtual es la
flexibilidad y el reconocimiento de que la estructura controlada
de una escuela no es replicable en línea. Muchas preguntas
surgen a raíz de las problemáticas que tienden a afectar de
manera desigual a aquellos en desventaja. El apoyo que se
proporcionará, por ejemplo, a miles de madres mexicanas
que necesitan escuelas abiertas porque tienen que trabajar
y su empleador no le permite trabajar desde casa, a familias
inmigrantes que deberán averiguar cómo participar en la
educación en el hogar con programas en inglés, que podría
no ser su primer idioma, o a los niños que dependen de la
escuela para sus comidas, es aún desconocido.
(Paola Estrada Villafuerte.
https://observatorio.tec.mx. 19.03.2020. Adaptado)
De acordo com o último parágrafo,
Q1777800
Espanhol
Texto associado
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Educación en tiempos de pandemia:
COVID-19 y equidad en el aprendizaje
El coronavirus está cambiando la forma en que se
imparte la educación, ya que la escuela y el hogar ahora se
convierten en el mismo lugar tras las necesarias regulaciones
efectuadas. Según la UNESCO, más de 861.7 millones de
niños y jóvenes en 119 países se han visto afectados al tener
que hacer frente a la pandemia global que nos ha sacudido
este año. Millones de familias en EE.UU. se han tenido que
unir al 1.7 millón de niños que se encuentran enrolados en
la educación en el hogar (homeschooling). Al igual que en
México, donde la Secretaría de Educación Pública (SEP) ha
extendido el período vacacional desde el 23 de marzo al 17
de abril del 2020.
Estas medidas terminan por iluminar la realidad de los
muchos otros roles que la escuela ofrece además de lo
académico. Ya que, para algunos, resulta ser una complicación
incómoda, mientras que para otros, la situación es aún más
preocupante. En ciudades donde el 70% de los estudiantes
viene de familias de bajos ingresos, llevar la escuela a casa
significa enfrentarse a no poder ofrecer comidas adecuadas,
y mucho menos la tecnología o conectividad necesarias para
el aprendizaje online.
Según el World Economic Forum, sólo alrededor del 60%
de la población mundial tiene acceso a la red, generando que
muchísimas instituciones busquen soluciones provisionales
a esta crisis, tales como el sistema educativo mexicano, que
fuera de colegios privados o facultades universitarias no se
acogió la implementación de aprendizaje en línea para el
sector público. La brecha digital continúa expandiéndose a
medida que los estudiantes en sectores vulnerables siguen
quedándose atrás en su aprendizaje.
El mayor cambio que requiere el aprendizaje virtual es la
flexibilidad y el reconocimiento de que la estructura controlada
de una escuela no es replicable en línea. Muchas preguntas
surgen a raíz de las problemáticas que tienden a afectar de
manera desigual a aquellos en desventaja. El apoyo que se
proporcionará, por ejemplo, a miles de madres mexicanas
que necesitan escuelas abiertas porque tienen que trabajar
y su empleador no le permite trabajar desde casa, a familias
inmigrantes que deberán averiguar cómo participar en la
educación en el hogar con programas en inglés, que podría
no ser su primer idioma, o a los niños que dependen de la
escuela para sus comidas, es aún desconocido.
(Paola Estrada Villafuerte.
https://observatorio.tec.mx. 19.03.2020. Adaptado)
Según las informaciones del tercer párrafo,